Las Puertas

La Lastra

El lugar conocido como Las Puertas de Nocedo, en el Valle de Sedano, responde perfectamente en su etimología a las características del paisaje: un farallón de roca, con estratos prácticamente verticales, en el que hay una pequeña abertura por la que se comunican el páramo y el valle. Hace más de ochenta años se amplió el paso para construir la carretera, pero el lugar sigue teniendo el encanto del paisaje sorprendente de esta comarca del norte de la provincia de Burgos. Aguas arriba de Las Puertas confluyen dos pequeños arroyos, y entre ambos queda una antigua finca de cultivo hoy abandonada. Allí la vegetación ha crecido libremente en los últimos años, ocultando una enorme laja de piedra de más de cinco metros de longitud, abatida y partida en cuatro, más bien cinco, grandes trozos. Al pie, un túmulo invadido por encinas. Este menhir fue descubierto por Germán Delibes hace más de diez años, pero no se intervino en él hasta el año 2011. El menhir permaneció mudo, no aportó vestigio alguno, más allá de unos posibles calzos al pie. Pero en el túmulo próximo, en realidad una roca recubierta de tierra y piedras, aparecieron varios trozos de cerámica a mano que han podido ser datados por termoluminiscencia en los finales del II milenio AC. Los resultados de la intervención acaban de aparecer en el Boletín de la Institución Fernán González de Burgos (Número XCI, 245, 2012/2, páginas 347 a 366). Aprovechando la publicación, se dan a conocer también otros ocho túmulos y posibles dólmenes de la misma zona. Desde luego, esta zona es pródiga en hallazgos. Si hace cincuenta años se descubrió El Moreco de Huidobro, hoy podemos hablar de docenas de vestigios arqueológicos vinculados con el Megalitismo.